iCukadas: El Día a día de iCukadas

Todavía nos quedan unos días de verano, pero en realidad, cuando llega septiembre, ya no es lo mismo, se acerca la vuelta al cole y todo vuelve a la rutina.

Se acabaron los helados, la playa, la piscina, las terracitas, las siestas y en general el descanso y también el descontrol que suponen estos meses.

Ya que vuelvo a mis jornadas habituales de trabajo en el taller, hoy os voy a contar (y a enseñar) como es el día a día de una humilde artesana, todo el proceso para que vuestros pedidos queden perfectos y os lleguen a tiempo, y todo lo que hay que hacer para que esto funcione.

Nada más entrar en el taller, (que tengo en mi propia casa), enciendo el ordenador, miro agenda a ver que hay programado para el día (que todo está planificado y apuntado para no volverme loca) y me doy un paseito por las redes sociales.

A veces os enseño los pedidos que están en marcha en ese momento, otras os enseño algo que me apetezca que veáis, o que se me haya pasado enseñaros por falta de tiempo o cosas así.

Después preparo la entrada semanal que os voy a colgar aquí en el blog, selecciono fotos, edito, escribo etcc, aunque eso es solo un día a la semana.

Y luego abro el correo y contesto a vuestros mails, unos pidiendo presupuestos, otros confirmando pedidos...

Y cuando la sesión de ordenador ha terminado, me pongo manos a la obra con los pedidos.

Para que veáis el trabajo que tiene un pedido, os voy a poner como ejemplo los alfileres de boda.

Lo primero, es confirmar el pedido, cantidad, modelo, si van con cesta o no...

Luego empiezo mezclando los colores, después cortando las piezas, por ejemplo de los búhos o de las abejas, los cuerpecitos, las alas, los ojos, las patas, picos, lacitos etc....

Y cuando todas las piezas están listas, voy modelando los cuepercitos.

Después voy modelando las diferentes partes, patitas, alas etc y las voy pegando al cuerpo, y así pieza por pieza, hasta las 80, 120 o hasta 200 alfileres que hayáis pedido.

Una vez que están todos montados, que es el trabajo más largo y me puede llevar muuuchos días, según la cantidad, los meto en el horno.

Al sacarlos del horno, los dejo que se enfríen bien, y les pinto los pequeños detalles, las pupilas, los topitos blancos etc...

Los dejo secar y después los barnizo, y cuando el barniz se seca ya están listos para empaquetar.

Los empaqueto y a enviar.

Estas jornadas en un día normal son de unas 9 o 10 horas, aunque a veces hay muchos pedidos y las jornadas se alargan hasta altas horas de la noche, son los handicaps de trabajar en casa, que no desconectas del trabajo.

A parte de esto, que es la parte divertida, como autónoma, tengo que hacer facturas, llevar al día la contabilidad, llevarle papeles al gestor, y todo ese lío que me recuerda a mis tiempos de empleada en oficina.